Freddy Adu,la gran mentira yanki

Siguiendo con la temática de «hypes»en el mundo del fútbol, tengo que hablar un poco de Freddy Adu. Para los que no lo conozcan, este chico de 23 años nacido en Ghana pero nacionalizado estadounidense, fue elevado a los altares del soccer hace algo más de un lustro. Era la gran esperanza del fútbol en su país, el elegido que habría de comandar a la selección de las barras y estrellas en su salto definitivo de nivel. La realidad fue bien distinta para este chico negro que llegó a ser portada de «Sports Ilustrated Kids» y al que se le colgó el pesado sambenito de «El nuevo Pelé» a los 15 años.

Aunque aún es joven y tiene tiempo para remontar su carrera y demostrar que la prensa estaba en lo cierto, todo parece indicar que a sus 23 años es un jugador completamente acabado tras su desastroso paso por el fútbol europeo, en donde fue recalando por equipos de cada vez menor nivel hasta acabar en la segunda división turca defendiendo los colores del ignoto Rizespor.

El salto a Europa vino precedido de una bombardeo mediático que no se correspondía ni mucho menos a su realidad futbolística. Freddy había marcado poco más de 10 goles en 80 partidos con el D.C.United de la floja MLS estadounidense. Es verdad que los marcó siendo un adolescente, pero no eran unos números ni mucho menos excelentes como para colgarle a un futbolista la vitola de superestrella. Los yankis, no se sabe si por vendehumos o por propia ignorancia del que no suele ver a menudo futbolistas realmente buenos, le dieron demasiada bola a aquel muchacho que iba, como mínimo, para príncipe y que se está quedando estancado como rana.

Tras su salida de la MLS, Freddy Adu recaló en el Benfica portugués.Un clásico del fútbol europeo venido a menos, pero que podría servir al joven jugador como trampolín para otros equipos más poderosos.»The sky is the limit» pensaba el representante del futbolista, pero las cosas desde el principio ya indicaban que aquello no iba por buen camino. Adu estaba lejos del nivel del fútbol europeo, quizá no en cuanto a calidad pero sí en cuanto a madurez. El joven estadounidense no sabía leer los partidos, ni cuando tenía que pasar el balón y se «amarraba» todos los que pillaba cada vez que salía al césped. Adu jugaba en Portugal como si estuviera en la MLS y aquello estaba muy lejos de ser la Liga estadounidense. Aunque la Liga portuguesa no es ni mucho menos puntera, el joven afroamericano quedó lejos de superar el listón en su debut europeo.

El Benfica cedió a Adu al Mónaco de la «Ligue 1» francesa para que se fuera aclimatando al fútbol europeo, pero tampoco en Francia pudo demostrar todo aquello que los rotativos de su país decían de él. Nuevo planchazo para el jugador y para su cohorte de aduladores. Tras su vuelta al Benfica, los directivos de «Las Águilas» pensaron que si querían sacar lo mejor del futbolista debían cederlo a un equipo modesto de Portugal para que así fuera haciéndose al estilo de juego de la Liga lusa. El equipo del barrio lisboeta de Belem fue el elegido por el Benfica para que Adu jugase cedido durante una temporada. Os Belenenses es un clásico de la primera división portuguesa,pero es un conjunto modestísimo comparado con los grandes del país del fado….pero ni aún así Adu pudo demostrar su valía. Cuatro partidos en seis meses fue el balance del estadounidense en Os Belenenses. Los directivos del Benfica empezaron a ser conscientes de que habían sido timados por los cantos de sirena de «El Nuevo Pelé». El carrusel de cesiones de Adu no se detuvo y recaló en el Aris de Salónica donde volvió a demostrar que estaba muy verde para las Ligas del Viejo Continente. Su cotización bajaba a velocidad de vértigo a cada cesión fallida. Finalmente Freddy Adu daba sus últimos coletazos en Europa (cedido aún por el Benfica) en la segunda división turca.

Las alabanzas de los medios de comunicación estadounidenses habían desaparecido.

Tras cumplir contrato con el Benfica en 2011 y en vista de que nadie en Europa parecía dispuesto a tirar dinero en su ficha, opta por volver a la Liga que lo vió nacer en busca de inspiración y buenas sensaciones. Philadelphia Union sería el destino del joven futbolista, que fue recibido como el hijo pródigo que vuelve derrotado a casa.Tras un comienzo esperanzador, Freddy Adu ha ido diluyéndose en su rendimiento hasta quedar fuera de la convocatoria en algunos partidos de esta temporada.

Los 23 años para un futbolista suelen ser tan solo el comienzo de su carrera, pero en el caso de Adu parece que van camino de convertirse en su tumba.Freddy Adu es el futbolista mejor pagado de su equipo y el aficionado que hace un año lo jaleaba, comienza ahora a silbarle mientras mira de reojo la nueva portada del Sports Ilustrated Kids para saber a qué nuevo icono tiene que alabar. The show must go on.

 

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