Hace pocos días salió en la prensa española una trágica noticia que tenía su origen en Brasil.En São Paulo habían sido atracados el hijo de un Ministro español (Alberto Ruiz Gallardón) y un amigo italiano.Los jovenes fueron asaltados cuando su coche paró en un semáforo.Una pareja se les acercó en una moto mostrándoles una pistola y gritándoles que les dieran sus pertenencias.Los europeos, sin entender la gravedad de la situación, se bajaron del coche,recibiendo uno de ellos un disparo a quemarropa.El amigo italiano del hijo de Ruiz Gallardón fallecía en el acto,víctima de un malentendido lingüístico.
Aunque Brasil es un país emergente en el que la calidad de vida ha subido enormemente en los últimos años,sigue siendo una nación violenta y de desigualdades sociales muy pronunciadas, donde alguien puede ser asesinado por una camiseta y unas zapatillas de deporte.La violencia y la miseria conviven con la alegría y la pujanza económica en una especie de Sambódromo gigantesco que se llama Brasil.
En las favelas, la vida humana cotiza a la baja.Desde su más tierna edad,el niño de las favelas sabe lo que es la muerte y la violencia.En los «bairros de lata» hay que saber moverse y morder para no ser atropellado ni devorado.Es la Ley de la Jungla sobre caminos de tierra y asfalto.Uno de estos «meninhos da rúa» fue Bruno Fernandes.
Bruno Fernandes das Dores de Souza nació la víspera del día de Navidad de 1984 y supo lo que era la marginación y la pobreza desde muy niño.El fútbol fue su salvavidas para no naufragar en el Mundo de la delincuencia infantil de Belo Horizonte .Gracias al deporte pudo salir de las favelas físicamente, aunque su mente y su corazón aún siguieran allí.Porque eso es lo que les pasa a algunos futbolistas brasileños de origenes muy humildes…tienen fama,dinero,coches,mujeres,grandes casas….pero aún llevan la favela muy adentro.Ese ambiente opresivo y violento donde no manda el que tiene el «por favor» en la boca sino el que lleva un arma en la mano.A Bruno Fernandes nunca se le olvidarían esos duros años de niñez a pesar de convertirse con el tiempo en uno de los mejores guardametas de la Liga Brasileña.
Bruno debuta con el Atlético Mineiro en 2004 y pronto se muestra como un portero con mucha proyección, tanto para el mercado brasileño como para el internacional.Tras un paso breve por el Corinthians,acaba fichando por el Flamengo,uno de los Clubs más conocidos de Brasil,donde se convierte en un icono para los aficionados del conjunto carioca.Tanto es así,que logra la capitanía del Flamengo a los 25 años de edad tras la retirada de una de las vacas sagradas del vestuario,el defensa Fábio Luciano.
La carrera de Bruno Fernandes no podía ser más meteórica.Todo parecía sonreir a aquel chico de la calle…era famoso,tenía todo el dinero que quería y las mujeres caían a sus pies.Su sueño de infancia se había cumplido.
Las fiestas de Sol a Sol empezaron a hacerse muy frecuentes.Fiestas que incluían drogas,alcohol y prostitutas a montones.Auténticas orgías en la que Bruno Fernandes y su entorno daban rienda suelta a sus más bajos instintos,sintiéndose los Reyes de las noches de Río.Los buenos tiempos parecían no terminarse nunca,pero como dice el refrán «El que mal anda,mal acaba».
En una de las juergas de Bruno Fernandes apareció Eliza Samudio,que se acabaría convirtiendo en la triste protagonista de una de las historias más truculentas del mundo del fútbol.Eliza era una prostituta que frecuentaba ambientes de futbolistas y soñaba con «enganchar» a alguno que le permitiera vivir desahogadamente.Eliza era una de las habituales en las orgías de los futbolistas cariocas y Bruno Fernandes también la acabó poniendo «en nómina» para sus bacanales.
En uno de sus encuentros sexuales,el preservativo de Bruno se rompe y el pánico se adueña del guardameta brasileño.No temía dejar embarazada a Eliza sino ser contagiado por SIDA.Finalmente se confirma que el de Belo Horizonte no está infectado por la terrible enfermedad, pero en cambio Eliza sí que había quedado embarazada en ese encuentro del profiláctico roto.El portero del Flamengo le exige a Eliza que aborte porque él no quiere hacerse cargo de ese niño que está gestando en su interior.La madre se niega a hacerlo…su sueño es ser mantenida por un futbolista y esta es la oportunidad perfecta para ello.
Los meses pasan y el embarazo sigue su curso ante el creciente nerviosismo de Bruno Fernandes, que hasta intenta detener el embarazo de Eliza Samudio suministrándole un abortivo sin que la madre lo sepa.Al no conseguir su propósito,Bruno Fernandes y su entorno tomarían medidas mucho más drásticas.
Al nacer el niño,Bruno Fernandes cambia de táctica y finge estar interesado en que a Eliza y a su retoño no les falte de nada.La madre se pone muy contenta pues ve como su sueño de «botinera» se va a materializar por fin.
Nada más lejos de la realidad.
Fernandes contacta con Luiz Henrique Ferreira Romão, alias “Macarrón”, su mejor amigo y mano derecha y traman un plan para secuestrar a Eliza Samudio.También el primo de Bruno participa en el secuestro,portando una pistola para intimidar a la joven y desgraciada madre.La joven, lejos de amilanarse al ver la emboscada que le han tendido,forcejea con sus captores y llega a arrebatarle el arma a Sergio,el primo de Bruno Fernandes.La aterrada mujer aprieta el gatillo,pero el arma está descargada.Los secuestradores,sorprendidos por la reacción de Eliza,descargan su furia contra ella y la golpean hasta dejarla inconsciente.El coche donde se producen todos estos hechos, se dirige hacia una de las residencias de Bruno Fernandes en Belo Horizonte.Allí se produciría el trágico desenlace de esta historia.
Cuando «Macarrón» y Sergio llegan a la casa de Fernandes,encuentran al guardameta del Flamengo cómodamente sentado en el sofá del salón.Eliza yace en el suelo inconsciente pero aún viva.Es ahí cuando Fernandes les dice a sus secuaces lo que quiere que ocurra:
“Ustedes deben resolver este problema. Yo no quiero tener problemas y no quiero saber nada del asunto”.
Bruno Fernandes les paga 3000 reales (alrededor de 1200 euros) para que asesinaran a Eliza Samudio y se deshicieran del cadáver.
Esa misma noche, «Macarrón» y Sergio llevan a Samudio a otra casa en Belo Horizonte, donde son recibidos por “un hombre negro, alto y delgado”, según diría Sergio.Este hombre era un ex policía llamado Marcos Aparecido dos Santos “Nenem”, quien se dedicaba a ejecutar personas a cambio de una tarifa.También se deshacía de los cadáveres.»Nenem» era como el «Señor Lobo» de «Pulp Fiction» en esta historia que conmocionó a Brasil.
“Nenem” agarró a la joven, la golpeó, le ató las manos con una cuerda y la amarró a una silla. Comenzaron entonces a intimidar a la chica. Entre “Nenem”, Sergio y “Macarrón” le dieron una brutal paliza.Tras amenazarla de muerte, Sergio obligó a Samudio a llamar a una de sus amigas para que le dijera que “todo iba bien”. No lo sabía, pero era la última llamada de su vida.
“Nenem” acaba con la vida de Eliza estrangulándola, pidiéndole a continuación a «Macarrón» y a Sergio,que salieran de la sala donde estaban. “Nenem” iba a descuartizar a Eliza Samudio y necesitaba estar solo.Manías de sicarios,supongo.
El cadáver de Eliza Samudio acabaría alimentando a unos rottweilers de una perrera cercana,en una especie de remake brasileño de la película «Cerdos y Diamantes».Todo muy cinematográfico y muy espeluznante.
La Policía pronto descubre todo el entramado y acaba deteniendo a la infame cuadrilla de conspiradores y asesinos.Bruno Fernandes pasa en un par de semanas de ser un posible integrante de la selección canarinha para Brasil 2014, a un recluso del penal «Nelson Hungría» de Contagem (Belo Horizonte).