El león de Wembley

La historia de la emancipación americana estuvo ligada íntimamente a Gran Bretaña. La búsqueda de nuevos mercados para las manufacturas inglesas chocó con el Bloqueo Continental de Napoleón. Entonces ¿qué mejor cosa se podía hacer que propiciar la libertad de las colonias españolas? Por cierto, en las orillas del Plata recibieron el apoyo británico con los brazos abiertos. Al poco tiempo, los gauchos usaban ponchos “Made in Manchester”. Cuando se consolidó el modelo agroexportador, los súbditos de Su Graciosa Majestad contaron con el monopolio del ferrocarril para transportar las mercaderías al puerto, de los frigoríficos para enfriar la carne y de los barcos para llevarla a Londres. Un vicepresidente declaró que Argentina era parte del Imperio Británico. Desde el comienzo de nuestra historia, Inglaterra fue el paradigma, el modelo y el ejemplo que los criollos debíamos seguir y alcanzar.

El futbol no fue ajeno a esta realidad. Desde que los inmigrantes británicos lo incorporaran a la vida cotidiana de los argentinos, medirse con equipos británicos era y es la obsesión de jugadores y dirigentes. Para confirmar y acentuar esta pasión, Maradona no tuvo mejor idea que clavar dos goles épicos contra ellos en 1986.

Pero antes de Diego, hubo otros criollos que hicieron historia al enfrentarse con éxito dispar contra los inventores del deporte rey.

Hoy recordaremos a un arquero llamado Miguel Armando Rugilo. Había nacido en Buenos Aires en 1919. Se inició en Vélez Sarsfield y, tras un paso por el León de México, había regresado al mismo club. Su fama provenía de haber atajado 5 penales en 5 partidos consecutivos en 1949 y, un año después, de haber contenido otros 2 en el mismo match contra River. En 1951, inscribió su nombre en la historia al protagonizar un partido increíble durante la primera visita de la Selección Argentina al legendario Estadio de Wembley.

En la mitad del siglo XX, la Argentina que lideraba Perón vivía tiempos de bonanza. Y quería mostrarse pujante y exitosa ante el mundo. El deporte fue el medio. Se realizaban anualmente los Campeonatos Evita, destinados a la juventud. Al mismo Perón se lo llamaba “el primer deportista argentino”. Envió a los Juegos de 1948 una numerosa delegación que volvió con 3 oros (Delfo Cabrera en maratón, Pascual Pérez y Rafael Iglesias en box). Fangio arrasaba en las pistas de Fórmula 1.

                             

Estos éxitos necesitaban un correlato futbolístico. Ya habían pasado los dorados años 40. La Selección Argentina no había jugado ningún partido entre 1948 y 1949 y solo dos en 1950. Pero la enorme cantidad de excelentes jugadores hacía pensar que se podía competir exitosamente con las potencias del Viejo Continente y salir del aislamiento (La Selección Argentina había renunciado a participar del Mundial ’50 y no enfrentaba selecciones europeas desde 1934). El rival elegido fue, obviamente, Inglaterra. Con ese objetivo, se programó una gira por las Islas Británicas.

El seleccionador argentino, Guillermo Stábile (Máximo goleador en el Mundial 1930), convocó 3 guardavallas para el desafío. Ogando de Estudiantes, Rugilo y Grisetti de Racing. Pero el primero no pudo viajar por un conflicto con su club. Rugilo quedó como titular. Y allá fueron las estrellas argentinas. Tras un vuelo de 36 horas y varias escalas arribaron a Londres. Los periodistas locales destacaron su aspecto físico. “Son petisos y fornidos”, mencionó el Evening News. “Estábamos fuera de forma, gordos”, recordó el arquero años después. “Es que nuestro campeonato recién comenzaba y en esa época no se hacía pretemporada”. Una vez en la capital inglesa, presenciaron el encuentro entre Tottenham Hotspurs (vigente campeón) y el Liverpool. Stábile consideró que los Spurs eran superiores a Racing (a la sazón campeón argentino) en su juego colectivo, pero no en individualidades. Subrayó, también, la velocidad del juego.

Y llegó el partido. Los locales alinearon a Williams, Alf Ramsey (entrenador de Inglaterra en 1966) y Eckerley; Wright, Taylor y Cockburn; Finney, Mortensen, Millburn, Hassall y Metcalfe. Los albicelestes dispusieron a estos once: Rugilo, Colman y Filgueiras; Yácono, Faina y Pescia; Boyé, Tucho Méndez, Rubén Bravo, Labruna y Loustau. El árbitro fue Merwyn Griffith, de Gales.

Desde el comienzo, la selección inglesa tomó la iniciativa y trató de mantener a sus rivales en su propia mitad del campo. A poco de empezar, Rugilo detuvo un remate de Mortensen y, según sus dichos, se “agrandó”.

2

Los sudamericanos trataron de progresar de contraataque. A los 18 minutos, Labruna cortó un pase y habilitó a Loustau. El veloz puntero izquierdo lanzó un centro que Mario Boyé conectó de cabeza y abrió el marcador.

Fue una conmoción. Un invicto de 85 años parecía a punto de caer. Inglaterra se lanzó con ferocidad al ataque. Pero todas sus intentonas chocaron con Rugilo. Durante una hora martillaron el marco albiceleste. “Se venían hasta los fullbacks”, recordaba Rugilo. El arquero porteño edificó una actuación de esas que quedan en la historia. Sus atajadas se convirtieron en leyenda. El público londinense asistió maravillado a la performance del portero. Y en Argentina, la transmisión radial del famoso relator Luis Elías Sojit inflamó el espíritu de los oyentes, que creyeron que la hazaña era posible.

Ante cada intervención de Rugilo, las tribunas estallaban en aplausos. Y Sojit exclamaba “¡Rugilo, un verdadero león!”. El equipo sudamericano ni pensaba en hacer tiempo. Los delanteros esperaban para contraatacar, aunque Rubén Bravo estaba desgarrado. Pero la insistencia inglesa tuvo su premio. A los 80 minutos, Mortensen conectó de cabeza el 14º córner ejecutado por los pross y logró el empate. Siete minutos más tarde, tras un tiro libre de Alf Ramsey, el autor del empate habilitó de cabezazo a Millburn, que sentenció la partida.

1

Terminado el juego, Rugilo cayó acalambrado, exhausto tras soportar un asedio que incluyó 52 remates al arco. La afición británica aún gritaba y aplaudía. El masajista de la selección argentina le dijo: “Saludá, que esa ovación es para vos”. Había nacido el León de Wembley.

La gira continuó en Dublin, donde Argentina venció a Irlanda 1-0 con gol de Labruna. La presencia de Rugilo atrajo a muchos espectadores. Y en cada escala del viaje de regreso, una nube de fotógrafos buscaba el retrato del héroe.

En Buenos Aires, los jugadores en general y Rugilo en particular fueron recibidos en triunfo.

Pocos meses después, el León de Wembley sufrió fractura de tibia y peroné. Estuvo mucho tiempo inactivo. En 1953, Vélez lo dejó libre y pasó por Tigre, O’Higgins de Chile y Palmeiras de Brasil donde colgó los botines a los 41 años. Nunca más fue convocado a la Selección.

La vida de Miguel Armando Rugilo se apagó en 1993. El recuerdo de su proeza en el césped de la Catedral del Fútbol no se agotará jamás. Será para siempre el León de Wembley.

¿Mundial tecnológico?

Empiezo a tener ciertas dudas acerca de la imparcialidad de los arbitrajes en este Mundial. No seré yo quien descubra que a los anfitriones se les echa una manito cuando las cosas no le van bien (a España en 1982 le pitaron un penalty un metro fuera del área), pero lo que nunca había visto es hacer unos arbitrajes tan caseros hacia los grandes representantes del subcontinente americano. Y digo caseros por no decir algo un poquito más feo. A mí que me explique alguien qué está sucediendo para que las expulsiones y los penalties siempre favorezcan a los mismos.

Esto empezó en el partido de Brasil contra Croacia. Los brazucas estaban en apuros y el árbitro nipón llegó a socorrerlos. Un penalty justo a tiempo para darle los tres puntos en el debut a la anfitriona. No podía ser menos.

Argentina, tras un flojísimo partido contra Bosnia, se puso en las manos del colegiado para no ser sancionada con penalty en una contra de Irán. El árbitro estaba lejos y no la habrá visto, pensé ingenuamente. Los iraníes se quejaron amargamente de esa jugada y más, cuando el partido acabó 1-0, tras el gol de Messi en el tiempo de descuento. Algo comenzaba a oler mal….y no era en Dinamarca precisamente.

Después apareció en la fiesta Uruguay, que tras un desastroso comienzo con Costa Rica, fue exonerada de una expulsión clarísima de Godín ante Inglaterra en el minuto 30, gracias a la vista gorda del colegiado español Velasco Carballo. Las sonrisitas de complicidad entre ambos que captaron las cámaras ya me empezaron a hinchar un poco las gónadas. El partido lo acabó ganando Uruguay con dos goles de Luis Suárez. Este muchacho -Luisito- ha vuelto a mostrar hoy que tiene ciertos problemas mentales y ha atacado cual perro rabioso a un rival. La víctima de hoy ha sido Chiellini y ya es la tercera del delantero uruguayo. Con 0-0 en el marcador y tras haber sido expulsado un italiano unos minutos antes, el árbitro ha dicho «sigan, sigan» mientras en las pantallas se mostraba la repetición de tan maravilloso detalle futbolístico de Luis Suárez. El Mundial de la tecnología otra vez al rescate. Por si esto fuera poco, el 1-0 de los charrúas acaba siendo marcado unos minutos después por Godín, el jugador que tenía que estar sancionado por la doble amarilla del partido contra Inglaterra. Una carambola de casualidades genial…..todas ellas hacia el mismo lado.

¿Estoy yo paranoico o este Mundial ya tiene dueño en cuanto a continente se refiere? Ya ven que no me quejo de Costa Rica, ni de México, ni de Chile, ni de Colombia…no es un tema de Europa contra América sino de lo que es justo contra lo que no lo es. Personalmente estoy muy decepcionado con la actuación de los grandes equipos americanos en este Mundial. Sin la ayuda arbitral no estarían donde están. Espero que los hinchas sudamericanos dejen de hablar acerca del favoritismo de Blatter y su maldita FIFA con respecto a los combinados europeos. Si en este Mundial están favoreciendo a Europa, por ahora, lo están disimulando muy bien.

 

Diego Lucero: el chamuyo cafiolo es una papa.

Con el Mundial a la vuelta de la esquina será justicia que se escriban cuatro líneas para revivir el recuerdo del hombre que más ediciones protagonizó. Y no se trata de Carbajal ni de Matthäus, sino del hombre que dijo presente en todos los Mundiales entre 1930 y 1994.

Vio la luz en Montevideo, con el nombre de Luis Alfredo Sciutto, el 14 de junio de 1901. Era periodista y firmaba Diego Lucero. Y para contar los avatares de la pelota eligió el idioma del pueblo: el lunfardo.

Imagen

En el naciente siglo XX la pelota era el juguete natural de los pobres, porque entretenía a muchos a la vez. En los campitos se formó el futbolista, y en la biblioteca del Centro Anarquista, el lector. Fue jugador de primera división en Bella Vista y Nacional y llegó a vestir la gloriosa celeste. En un partido contra Paraguay sufrió una lesión de menisco que lo sacó de las canchas. Ahí nació el cronista deportivo.

Además de los Mundiales, cubrió varias ediciones de los Juegos Olímpicos. Fue corresponsal en la Guerra Civil Española, donde estuvo a punto de ser fusilado.

El estilo de Diego era fruto de su formación literaria y su conocimiento de la calle. Sus crónicas no eran rigurosamente realistas. Su narrativa tenía más de épico que de informativo. Con lenguaje popular, escribió párrafos memorables, llenos de colorido y humor.

Un aparte sobre el lunfardo: se ha dicho muchas veces que es la jerga carcelaria. Pero eso no es del todo cierto. El lunfardo, antes que nada, revela familiaridad entre el hablante y la cosa que menciona. Y es fruto del inagotable espíritu lúdico del hombre, que busca darle un nombre jocoso a lo cotidiano.

Lucero creó una “barra” imaginaria: La Ciriaca (única mujer), el Cero Kilómetro (un vago), Primeroemayo (un teletual*) y el Pat’e Catre (un gil). También mencionaba a Roncadera. Con ellos presenciaba los eventos que luego comentaba.

*intelectual

En su trayectoria profesional, Diego Lucero (con su larga lista de pseudónimos) escribió en El Plata de Montevideo, Crítica, Clarín y Mayoría de Buenos Aires, entre otros.

Imagen

Pero los escritores hablan con sus obras. Compartamos algunos extractos de sus notas.

Así describía Diego un barrio de Montevideo:

“Ahí quedan flotando los recuerdos que salen, en las noches de luna, confundidos con las nieblas del mar. Aquí fue donde el ñato Villanueva fajó a los tres botones que lo querían portar en la cufa; aquí fue donde cayó el tano Rosendo aujereado a puñaladas; por aquí peloteaban los muchachos del tiempo de oro; aquí ensayaban “Los Congos Humildes” cuando el negro Isabel dirigía los tambores…

Eso es lo que queda del Barrio Sur, que en un tiempo tendía sus dominios frente al mar, por el este hasta la calle Daymán y por el Oeste, clavaba su mojón contra las piedras legendarias del Cubo del Sur, contra las cuales levantaba su cruz el Templo Inglés.»

Isabelino Gradín, astro y señor de los campos (1937)

Imagen

Con estas rimas narra un gol de River a Boca:

“Cubilla el oriental se mandó por la derecha, una moña por aquí, una alforza por allá, Orlando queda dos veces pagando, el centro sale ceñido, Artime que aplica el coco, Roma que pega el volido, que la toco y no la toco, el gol queda convertido.”

Y Boca fue campeón por obra del tablón* (1964)

*(Por metonimia, el tablón es la tribuna y, por lo mismo, la hinchada)

Así glosaba el robo de la Copa Jules Rimet, a pocos días del Mundial de 1966:

“Chorros incultos, carentes de todo roce social, rififises de mangas cortas y uñas negras que nunca supieron del laburo de una manicura, escruches que desacreditan el honrado gremio de los que afanan bancos y joyerías con fractura y escalamiento pero sin lastimar jamás los sentimientos del pueblo, se portaron vía la Copa del Mundo toda hecha de oro. A estas horas, las alas de la victoria que quería representar a la sin igual Victoria de Samotracia, que fue mascarón de proa de las naves negras de Agamenón…ya estarán a estas horas convertidas en lingotes y los tamangueros que en la rubia Albión se darán la leñada a toda escarpa en busca del título de campeones han perdido con la desaparición de la Copa, un cachito de ilusión”

La Ciriaca: “Toy triste por Isabel” (1966)

Imagen

En sus crónicas incluía pasajes ficcionales de gran humorismo:

“El Pat’e Catre se acuerda de una vez que estábamos jugando un partido, divisiones inferiores de Ascenso. Éramos locatario, que le dicen, y teníamos que ganar por las buenas, las regulares o las otras. Teníamos que ganar. Era la orden. En el fato estaban todos los complicados en el entrevero, desde el referí hasta el cabo que era el jefe de la fuerza pública destacada allí para evitar cualquier alteración del orden constitucional y para darle respaldo al refle no fuera a ser cosa que los contrarios (casi siempre malos deportistas) quisieran abrirle el balero de un palazo, como quien raja una sandía, en el soca de algún fayuteli de dudosa interpretación reglamentaria y notoria mala fe en perjuicio de nuestros sagrados intereses deportivos. ¡Ah, qué tarde la tarde aquella! ¡Reíte vos de los martes orquídeas! Los teníamos lo que se dice acorralados a los contrarios y no les podíamos hacer goles. “Cero Kilómetro”, centrodelantero, estaba a dos metros del arco, solo, y en vez de darle a la globa pega en la tierra, porque allí mismo había una vizcachera, y se recalcó un pie. El mismo Pat’e Catre se empezó a gambetear a toda la defensa y después de hacerle el último drible al arquero, quedó solo, frente al arco vacío, y resulta que no tenía la pelota. Se la había olvidado al hacer una gambeta. Roncadera estuvo 51 vez orsey y el linema –a manera de estímulo –no levantó ni una vez la bandera y lo dejó seguir, pero sin resultado positivo. Hasta que faltando un minuto…un contrario saca una pelota de cabeza, el refle (bien colocado) pita son singular energía, entra el cabo a la cancha a interpelarlo, mientras se llevaba con notoria y expresiva energía la mano a la empuñadura de la lata, en transparente actitud de desenvaine, y pregunta, enérgico, al juez: -¿Qué cobra?

-Penal pa nosotro –dijo el refle con esa seguridad que da el tener la conciencia tranquila. -¡Ah! –dijo el cana. Y se preparó pa festejar. Ganamos. Ascendimo. Los contrarios, malos deportistas, protestaron. Querían irse de la cancha. ¡Qué vergüenza! ¡Abandonar el terreno de honor! ¡Renunciar a la lucha! Ignoraban los inorantes lo que es el espíritu deportivo y no manyaban no diome de lo que es el farplay.”

Igualito que Paquito: ya tiene comisario el pueblo (1968)

Así hablaba sobre las modas de los años 60 y 70:

“Un día se prohibieron las gorras y las medias caídas ¡Mirá si ahora se prohibieran las patiyas! Se quedamo sin jugadore, se quedamo”

A veces da mucho “espor” el hacerse el colifato (1969)

Imagen

Recordó la carrera espacial, relacionándola con el fútbol:

“Casi con la misma expectativa con que cualquier punto filipino ha esperado que el hombre ponga otra vez su escarpa en la Luna y se dé una paseyata liviana por los jardines de la pálida Selene, el mundo esperó ansioso que el negrito Pelé marcara su pepa número 1000”

Los mil goles de Pelé (1969)

 Imagen

Así describió un penal errado:

“Y él, que nunca erra; él, que convierte el tiro penal en un cohete teledirigido, le pegó a la pescadilla de la forma más fulera que podía encajarle el zapatillazo. Y la roñosa, en vez de ir por piolines, fue por letreros”

Los botines cambiados (1970)

Los grandes futbolistas despertaron su admiración:

“Cuando los rusos entraron a competir en el campo internacional, Lev Yashin fue, de entrada, figura dominante. Altísimo, atlético, elástico, elegante, malla negra, lonpa negra, medias negras, tamangos negros, gorra negra, guantes negros y una serena expresión en su rostro

huesudo y serio, que los rusos no están para risas ni aun jugando al fútbol. Aquella figura negra entre los tres palos con fondo de telaraña de red, en seguida tuvo seudónimo. El tablón la llamó: “La Araña Negra”

“La Araña Negra” deja la telaraña del arco (1971)

Imagen

“Ya casi no quedan gambeteadores de aquellos que la hacían bailar a la pelota, como Zito “La bordadora” que una vez se durmió haciendo dribles; como Antoñito Sastre que la hacía suspirar de tanto acariciarla y muchos otros”

De cuando una noche, en Mar del Plata, Enzo Ferrero hizo el gol de “mondonguillo” (1974)

Imagen

También cubrió otros deportes. En una crónica de turf, escribió:

“¡El caballo! Escultura viviente, símbolo de la fuerza, estampa de la gracia. Hubo uno famoso, el de Atila, que donde te chantaba la herradura allí ya nunca brotaba la lechuga. Otro, el de Troya, que era “mula”*.

El Gran Premio Nacional del año 62 (1962)

*(Genial juego de palabras entre caballo y mula que, en lunfardo, significa trampa o engaño)

De esta forma analizó la visita de los Harlem Globetrotters:

La (humorada) de Chaplin, como la de estos morenos, siempre parecía partir de un trasfondo de humana tristeza, que es donde carbura, germina y se genera la risa.

Envío: diga ñorse, si usté quiere darle el olivo a las preocupaciones por lo carolina que están las cosas, lo durañona que está la vida y olvidarse que anda pato, vaya a ver a los grones del “Globe”. Se va a reír.”

Los morenos geniales del “Globe” desatarán la risa (1970)

Imagen

Una leyenda romántica combinada con el pícaro humor de Diego:

“Y un lugar histórico a donde la gente de Guanajuato siente el orgullo de guiar al visitante es el “Callejón del Beso”, un rincón donde la callecita es tan estrecha que los balcones de las casas casi se juntan. Parece ser que en uno de los balconcicos vivía doña Ana, hija de un poderoso señor y muchacha bellísima, y en otro don Carlos, un apuesto doncel cuya única riqueza era su juventud, sus dedos ágiles para puntear la vihuela y su voz de frescor de serenata. Y parece que tenía algunas contras; le tenía repugnancia al laburo y bastante asco a los brolis de estudio. El papá de doña Ana los sorprendió besándose de balcón a balcón y le clavó a su hija una puñalada en la espalda.

-¿Y cayó muerta en el ato? –preguntó la Ciriaca ya en el borde de ese llanto jiposo de novela radial.

-En el ato – le contestó el Pata.

La Ciriaca, enternecida, quería ir al velorio. Hubo que convencerla que eso había pasado hace como cuatrociento saño.

Y en Guanajuato, que es ciudad estudiantil, junto a cada árbol había un estudiantito con su estudiantita a los puros besos. Primeroemayo exclamó: La de puñaladas que tendría que fajarse el gallego de la historia si tuviera que arreglar estos fatos de los besos a golpe de finyingo…”

Andanzas por México (1967)

Imagen

El 3 de junio de 1995 Diego rajó pa’ las estrellas. Allá andará mateando y chamuyando de fóbal con la barra. Desde el tablón, hacemos justicia al que escribió para nosotros, porque era uno de nosotros.

Chau, Diego.

(Textos extraídos de Siento ruido de pelota: crónicas de medio siglo, Buenos Aires, Corregidor, 2006)

Imagen

El Bocha, la pelota, la alegría.

Solo le pido a Dios

que Bochini juegue para siempre,

siempre para Independiente

para toda la alegría de la gente

La hinchada de Independiente modificó los inmortales versos de León Gieco para homenajear a Ricardo Bochini, el hombre que los hados de la pelota señalaron para marcar los hitos de la historia roja.

1954: El 25 de enero nace en Zárate (80 km al norte de Buenos Aires). A los trece años ya juega en la primera del club Belgrano, de la Liga local.

El Bocha apareció en la primera de Independiente en 1972. Su conocedora hinchada lo amó desde el principio. La mística del fútbol de alta técnica se gestó, fortaleció y grabó en el inconsciente colectivo de media Avellaneda a partir del juego del Bocha. Tanto es así, que un compañero suyo declaró:

“El estilo de Independiente murió cuando se retiró Bochini”

1973: Independiente busca la Copa Intercontinental. Ya se la birlaron el Inter de Luis Suárez dos veces y el Ajax de Johann Cruyff. El campeón de Europa se niega a jugar y se presenta el subcampeón, Juventus de Italia, con la condición de que se realice un solo partido y en Roma.

La Juve (con Zoff, Gentile, Cuccureddu, Causio, Bettega) domina el partido. Hasta que el pibe de 19 años se junta con Bertoni. La llevan con paredes desde la mitad del campo hasta que Bochini se frena frente a Zoff y la tira con calidad sobre el cuerpo agazapado de Dino. Es la alegría que, por esquiva, se disfruta el doble.

Imagen

Imagen

La celeste y blanca no le fue ajena a Ricardo. En la Juvenil jugó un torneo en Cannes donde conoció a Daniel Bertoni. Integró la Selección Fantasma en la Eliminatoria del Mundial 74. Fue titular con Menotti durante todo 1976. Jugó en Kiev el Día de la Nieve. Volvió al equipo nacional en 1984 e integró la lista de los Campeones Mundiales en México 86. En total, fueron 26 partidos internacionales.

1977: El Campeonato Nacional de ese año se prolonga hasta enero de 1978. En la final, Talleres de Córdoba e Independiente de Avellaneda. Los cordobeses se ponen 2-1 con un gol que Boccanelli mete con la mano. Reacción roja y tres expulsados. Parece que se viene la hecatombe. Sin embargo, el Bocha aparece en toda su dimensión y anota el empate. Con ese gol, el Rojo gana un nuevo título. Ese día lo llaman El Genio de la Lámpara. La bronca por la injusticia se convierte en alegría.

Imagen

Un 11 de septiembre – Día del Maestro en la Argentina -su hinchada cantó.

Escuchen esto, escuchen esto:

Aplaudan a Bochini

que es el Día del Maestro

Su idolatría no tuvo límites. Las barras rivales lo ovacionaron y el propio Maradona lo tuvo por ídolo.

1978: Una vez más, el Campeonato Nacional se extiende hasta enero del año siguiente. Una vez más, Independiente en la final. Una vez más, Bochini firma los goles decisivos. Es 2-0 con anotaciones del Bocha a Fillol, el arquero Campeón del Mundo que sucumbe ante el alegre juego del Maestro.

El Rojo cumple una de las actuaciones colectivas más brillantes de la historia. Y Bochini es la coronación, el detalle estético que culmina toda la obra. Antes de la final, convierte en cuartos de final contra Colón y en semifinales contra Talleres de Córdoba un gol memorable con caño a Oviedo.

Imagen

Ricardo era muy especial a la hora de declarar. Cuando Independiente conquistó el título intercontinental de 1984, el Bocha manifestó:

“Tendríamos que haber jugado mejor”

Cuando le preguntaron por qué no pateaba penales (no ejecutó ninguno en toda su carrera) contestó:

“¿Qué gracia tiene hacer un gol de penal?”

Cierta vez, tras un altercado con Ruggeri, afirmó:

“Qué va a ser guapo Ruggeri. Guapo es Passarella.”

Sobre su ideología futbolística, no dejó dudas:

«Argentina siempre se adhirió al jugador de toque y de gambeta, por eso la gente tuvo como ídolos a los jugadores de esa calidad. Eso se está perdiendo ahora porque el periodismo hace que la gente joven se conforme con un resultado aunque el equipo juegue mal porque ya lo preparó para eso»

1983: Independiente forma un equipo de ensueño. Alcanza dos subcampeonatos en 1982 y el título en 1983. Bochini es elegido el Jugador del Año por los periodistas deportivos. La presión popular obliga a Bilardo a convocarlo a la Selección Nacional.

Imagen

¿Cómo jugaba Bochini? ¿Con qué jugador de hoy lo compararemos? Andrés Iniesta. Hasta tienen en común el cabello escaso.

Imagen

El Bocha fue el típico “play-maker”. Desde su posición de mediocampista ofensivo, generaba juego para sus delanteros. Por su talento para el juego asociado, con Daniel Bertoni formó una sociedad que marcó la época. Las paredes de la dupla son recordadas entre las mejores jugadas asociadas del fútbol argentino.

Bochini no tenía una gran pegada ni velocidad fulminante y prácticamente no cabeceaba. Pero con la pelota en los pies era imparable. En 1976, por la Copa, le hizo a Peñarol un gol idéntico al de Diego a los ingleses.

Encarnaba un tipo de número 10 de lateralidad diestra, gambeta corta y excelente traslado. Su característica más destacada era el pase-gol. Podía anticipar el movimiento del delantero, de tal forma que la cesión iba hacia el lugar donde una fracción de segundo después estaría el receptor. En Argentina, se creó el adjetivo “bochinesco” para calificar ese tipo de pase.

Otra cualidad era el freno. Parecía jugar en otro contexto temporal. Cuando todos corrían apurados, él se frenaba y siempre parecía tener un instante más. Ahí decidía el pase o el tiro al arco mientras sus rivales (y a veces sus compañeros) quedaban desparramados por el suelo.

1984: El Seleccionado Nacional encara una gira por Europa. En lugar de Maradona está Bochini. Llegan a Düsseldorf para enfrentar a Alemania Federal. Ese día se estrena Beckenbauer como entrenador. Argentina cumple una gran performance y la figura es, como no, Ricardo Bochini. En el primer tiempo, captura una pelota suelta en el centro del terreno, deja atrás a su marcador con un pique corto y desde 45 metros lanza un globo impresionante sobre Schumacher adelantado. El arquero llega justo con la punta de los dedos para sacarla al córner.

Cuando la televisión realiza el primer plano del jugador, Bochini no está haciendo gestos para la cámara, como hacen los jugadores actuales. Se lo ve corriendo para mostrarse como receptor del saque de esquina.

 

 

Ese año, Independiente conquista su 7º Copa Libertadores. Vence a Gremio en Porto Alegre en una actuación considerada la mejor de un equipo argentino en Brasil. El gol es de Burruchaga, tras la asistencia del Bocha.

ImagenEn diciembre, el Rojo termina un ciclo insuperable con la conquista de la Copa Intercontinental. El derrotado es el Liverpool de Grobbelaar, Dalglish y Rush. Ricardo es el primer argentino es conquistar dos veces el trofeo mundial interclubes.

La alegría roja no tiene fin.

Imagen

Para que el idilio fuera perfecto, Bochini solo jugó en Independiente. Fueron 19 años y 692 partidos oficiales con la casaca roja. En Argentina, no hay otro caso de fidelidad a una divisa. Con ella conquistó 4 campeonatos locales, 4 Copas Libertadores, 3 Copas Interamericanas y 2 Intercontinentales.

Curiosamente, nunca fue capitán del equipo.

1986: Campeonato Mundial. Estadio Azteca. Semifinal. Argentina derrota a Bélgica 2-0. A falta de 10 minutos, Burruchaga deja su lugar al Bocha. Diego Maradona lo recibe diciendo: “Bienvenido, Maestro. Lo estábamos esperando”

Imagen

Convirtió 103 goles y es imposible saber cuántos facilitó con sus asistencias. Por ejemplo, el centrodelantero Norberto Outes marcó 100 goles en 4 años al lado del Maestro. Cuando cambió de club, su eficacia decayó notablemente.

1989: Bochini ya está cerca del retiro. Independiente pelea el título palmo a palmo con Boca Juniors. Cuando se enfrentan en Avellaneda, es triunfo por 2-1 con un tanto del Bocha. En la revancha en la Bombonera, se repiten el resultado y el goleador. Un gol de Bochini y una gran jugada suya desencadenan la alegría roja. Es el último título del ídolo.

Imagen

Una vez lo quiso comprar Boca. El presidente de Independiente contestó:

“Nooo, yo quiero seguir viviendo en Avellaneda”

Desde 2007, la calle del Estadio que tantas veces se alegró con su fantasía lleva su nombre.

Imagen

1991: Un patadón brutal de un ignoto jugador de Estudiantes saca de la cancha y del fútbol a Ricardo Bochini. En diciembre tiene su merecido partido homenaje. Así se cierran dos décadas de amor incondicional de la gente.

Imagen

Los antiguos griegos creían que las cosas ocurrían para que los poetas tuvieran algo que cantar. Tal vez no sea verdad, pero sin duda la magia de Bochini justifica estos versos de Héctor Negro.

A Bochini

¿Quién podrá agradecerte la alegría?

¿Cuántas voces precisa el verso mío

para decir la agreste poesía

que dibuja tu tranco de baldío?

(……………………………………………..)

Cuando no salgas más entre los once,

Serán los lagrimones del rocío

Los que en el pasto lloren y allí, entonces:

¿con qué se llenará el domingo mío?

Cuando la “diez” del Rojo no te abrigue,

yo buscaré en la tarde dominguera

-en la función que, pese a todo, sigue-

la semilla que siembre tu madera

Buscaré por potreros y distancias,

en los picados donde floreciste

y hasta que no reencuentre aquella magia,

aunque no se me note, andaré triste…

Imagen

El día de la nieve.

Una bella historia de recuerdos de niñez antes de la Navidad. Nieve, fútbol, rusos y golpes de Estado al ritmo del tango de Germán Magide.

___________________________________________________________________

Era 1976. Marzo de 1976. La Oscuridad se cernía sobre la Patria. Pero yo era un pibe de 9 años y no estaba al tanto de nada. Solo quería mirar la tele un sábado a la mañana. En eso estaba cuando llegó mi viejo y cambió de canal. Y lo que vi quedó en mi memoria para siempre.

La Selección Argentina se medía con la antigua Unión Soviética en Kiev. Era marzo de 1976, un sábado a la mañana y la nieve caía sobre Kiev.

Nunca había pensado que se podía jugar un partido en medio de una nevada. El blanco y negro de la transmisión televisiva no impidió ver como el campo de juego se tornaba blanco hasta que las líneas de la cancha desaparecieron.

En Buenos Aires y sus alrededores las nevadas son rarísimas. El que esto escribe solo vio dos en su vida: En 1984 durante un viaje a la Patagonia y en 2007, en Buenos Aires, nevada que fue la segunda registrada en la capital argentina en toda su existencia.

Imagen

Imagen

Imagen

Es por eso que el recuerdo de ese partido marca un hito en la historia del fútbol argentino.

Menotti era el entrenador. Y decidido a conformar un equipo competitivo, programó una gira por Europa. Para llegar, la delegación debió soportar un peregrinaje devastador:

* Primera etapa: Buenos Aires-Las Palmas

* Segunda etapa: Las Palmas-Madrid

* Tercera etapa: Madrid-París. Allí debieron atravesar todo el Aeropuerto de Orly para realizar un trasbordo.

* Cuarta etapa: París-Zurich. En la ciudad suiza pasaron la noche en un hotel.

* Quinta etapa: Zurich-Varsovia. Los viajeros vieron la nieve por primera vez.

* Sexta etapa: Varsovia-Moscú. En la capital rusa, primeros inconvenientes. Passarella y Mouzo (defensor de Boca) tenían las visas intercambiadas. Personal de la Embajada argentina lo solucionó. Y algo peor: Olguín viajó con la visa de Asad (mediocampista de Vélez que no integró la delegación). El defensor se quedó en el Aeropuerto con un dirigente para solucionar el conflicto. El resto (jugadores, entrenadores, periodistas) abordó un micro para trasladarse a otro aeropuerto, distante 60 km, donde abordar el avión que los llevaría a Kiev. Antes del decolaje, Olguín fue liberado y se unió al plantel.

* Séptima etapa: Moscú-Kiev. Por las demoras, los viajeros llegaron tarde para cenar y debieron improvisar unos sándwiches de mortadela.

* En Kiev, último y gran conflicto. La AFA reservó alojamiento solo para jugadores y cuerpo técnico. Los periodistas debieron ir a otro hotel.

* Tiempo total del viaje: 50 horas.

A pesar de los esfuerzos de Menotti, los endémicos problemas organizativos del fútbol argentino seguían vigentes.

El 20 de marzo fue el primer encuentro. Los 10 jugadores de campo que ese día batieron 1-0 a la vieja CCCP fueron Tarantini, Olguín, Killer, Carrascosa, Gallego, Ardiles, Trobbiani, Bochini, Luque y Kempes (autor del gol). Y, en el arco; -único, genial, invencible –el Loco Gatti.

Para defenderse del frío, Hugo salió al campo con pantalones largos (algo nunca visto en canchas argentinas), las medias por encima del pantalón y una espectacular gorra de lana con pompón. Gatti ya se destacaba por su legendaria vincha, pero el gorrito superó todo lo conocido hasta ese momento.

Imagen

El encuentro empezó con dominio argentino. Bochini, Ardiles y Trobbiani se adueñaron de la pelota y empezaron a tocar. La falta de aceleración en el último cuarto de la cancha imposibilitó que la superioridad se transformara en gol. Recién a los 43 minutos, los dos delanteros, Luque y Kempes, armaron una jugada combinativa que culminó con el remate del Matador a la red que defendía Prokhorov.

En el segundo tiempo el juego cambió. La nieve cubrió casi totalmente el campo y los argentinos no pudieron hacerse del control del balón. Los soviéticos hicieron entrar a Oleg Blokhin y se volcaron al ataque en busca del empate.

Imagen

Y en ese momento apareció Gatti. Seguro y sereno, se interpuso una y otra vez entre los locales y el gol. No solo atajó los remates. También cortó los centros y anticipó pases. Su performance fue reconocida por el periodismo soviético que lo ensalzó a la estatura de héroe. Nada menos ellos, que tuvieron a Yashin.

El poderío del rival (URSS llevaba un lustro sin perder como local) y la adversa meteorología (Ningún jugador argentino tenía experiencia previa en terreno nevado.) hicieron de la victoria un punto de inflexión en el trabajo de Menotti. Ese día se consolidaron varios hombres que luego serían figuras en 1978. Ese sábado debutó en la Selección nada menos que Daniel Passarella, reemplazando a Bochini. El propio Gatti contó que el futuro Gran Capitán, que a la sazón tenía apenas 21 años, entró y le dijo: “Loco, no salgas más que yo las saco todas”. Y las sacó todas.

Como puede notarse, entre los 11 iniciales, había 7 futuros campeones mundiales: Ardiles, Gallego, Kempes, Killer, Luque, Olguín y Tarantini. A los que se sumaron otros dos que llegaron desde el banco: Houseman y el mencionado Passarella. Y el arquero suplente era Ricardo Lavolpe, tercer portero en 1978 y luego entrenador de México en 2006.

Además, Bochini y Trobbiani alcanzaron la gloria diez años después, en 1986. Gatti no jugó el Mundial porque no llegó a recuperarse de una lesión y Carrascosa renunció a la Selección antes de la competencia.

Muchísimos años después, conseguí la revista El Gráfico con la crónica de ese partido. Las declaraciones de los argentinos son muy interesantes.

Imagen

Ricardo Bochini: “Yo estaba físicamente fenómeno para seguir, el problema era dominar la pelota”

Jorge Carrascosa, el capitán: “Antes del partido fui a probar la cancha. Hice varios piques y cuando quería frenar, patinaba cuatro metros. Todavía me parece mentira haber jugado con el campo así y además ganar el partido”

Alberto Tarantini: “Ese 16 que entró en el segundo tiempo era un fenómeno ¿Ah, ese era Blokhin? (Aclaremos que Oleg el Grande era el mejor jugador de Europa de esa temporada.)

Hugo Gatti, el hombre de Kiev: “Hoy me di cuenta de por qué los arqueros europeos son tan simples y directos”. “Casi todo lo que me dijo Lorenzo (entrenador de Gatti en Boca) se cumplió, excepto el resultado: el creía que los rusos nos pasaban por arriba” (En Argentina todavía existía el prejuicio de que era imposible vencer a los europeos)

César Menotti: “Cuando la personalidad del equipo se consolide, en un partido así irá por el segundo gol”. “El mito de la velocidad se cae cada día más: A Luque y a Houseman en carrera no los podían parar.”

Los diarios soviéticos reflejaron lo ocurrido de esta manera:

“Kempes fue uno más en la línea de ataque y en el centro del campo trataba de crear las condiciones para que las amenazas fueran reales el enérgico Ardiles. Sin embargo, sus esfuerzos parecían poco convincentes. Sin embargo, la fortuna sonrió de repente a los huéspedes. En el minuto 42 º, recibiendo solo un pase fuerte desde atrás, Kempes tiró un poco por delante de Makhovikov y simplemente envió el balón ante la salida rápida de Prokhorov. He aquí una paradoja típica de fútbol ¿Qué se puede hacer con esto del fútbol, a veces tan ilógico y traicionero!”

“Tras el descanso, como ya he dicho, las cosas han ido mejor. Sin embargo, las metas se hubieran cumplido, si no fuera por el brillante guardameta Gatti. Sin duda, a todos los equipos les gustaría tener este portero. Realmente, Gatti hizo maravillas. Incluso cuando, golpeado el balón, él estaba acostado en el barro y con el disparo casi a quemarropa, el incansable y valiente arquero tuvo tiempo de salir victorioso. Antes que nada Argentina le debe el puntaje ganador.”

Mikhail Mikhailov, de Kiev. Weekly «Fútbol – Hockey» № 13, 1976

“Los jugadores de ambos equipos a menudo trataban de patear al gol, incluso de larga distancia, lo que era más que razonable con las condiciones descritas anteriormente. Mucho más a menudo, lo hacían los jugadores soviéticos (en la primera mitad, el juego fue en su mayoría en la puerta de Argentina), pero el «último recurso» de los invitados -el experimentado portero Hugo Gatti -estuvo en estado de alerta, y en repetidas ocasiones con salidas audaces y oportunas, salvó a su equipo”

G. Borisov, El deporte soviético, 21.3.1976

Hace pocos días, hallé gracias a la magia de las computadoras un brevísimo video de ese partido y la ficha del encuentro en cirílico.

 

 

1976 (20.03) СССР – АРГЕНТИНА – 0:1 Товарищеский матч Киев. Центральный стадион. 32000 зрителей. Судья – С. Гонелла (Италия). СССР: Прохоров, Коньков (Фоменко, 53), Маховиков (Трошкин, 46), Абрамов, Лещук, Ловчев (к), Минаев, Назаренко (Онищенко, 46), Сахаров, Веремеев, В. Федоров (Блохин, 46). Тренер – В. Лобановский. Аргентина: Гатти, Ольгуин, Киллер, Карраскоса, Троббиани, Гальего, Бочини, Луке, Ардилес (Пассарелла, 56), Кемпес (Хаусман, 68), Тарантини. Тренер – Сесар Луис Менотти. Гол: Кемпес (41)

El árbitro del match fue el italiano Sergio Gonella, quien sería el juez principal en la final del Mundial ’78.

Otra imagen impactante fue la de los jugadores quitándose las casacas para intercambiarlas con los rivales, quedando con el torso desnudo bajo los copos.

La gira siguió en Chorzow, donde Argentina volvió a ganar: 2-1 a la poderosa Polonia de los años ’70. Luego, se perdió con Hungría (0-2), con el Hertha Berlin (0-1) y se empató con el Sevilla (0-0). Pero la Selección había dado un paso gigantesco hacia su consolidación.

Imagen

Cuatro días después de la memorable victoria en la capital ucraniana, el mismo día que se vencía en Polonia; un golpe de Estado derrocó al gobierno democrático de María Estela Martínez de Perón y dio inicio al Proceso de Reorganización Nacional, la noche más negra de la historia argentina.

Argentina salió campeón del Mundo.

Vi muchos otros partidos bajo la nieve.

Pero las imágenes de aquel sábado de 1976, la estampa de Gatti con su gorra de lana revolcándose en el barro y la nieve quedarán para siempre en mi memoria, porque así perduran las hazañas de los héroes.

 

El casorio del Cholo.

El fútbol argentino puede definirse a partir de tres conceptos clave: Buenos jugadores, hinchas pasionales (por usar un eufemismo) y dirigentes con un criterio organizativo vecino a la insensatez.

Snap 2013-08-26 at 11.16.28

La combinación de estos tres factores dio por resultado historias de todo tipo: épicas, trágicas, cómicas… La siguiente cuenta unos eventos dignos de un esperpento del mejor Almodóvar. Los actores son un jugador, un entrenador, dirigentes de dos clubes, una empresa televisiva, un chofer de ambulancia y una novia intransigente.

Eran los neoliberales años noventa. La Argentina vivía el apogeo del poder empresarial. Por aquellos años, la Asociación del Fútbol Argentino firmó con una empresa televisiva (TyC) la cesión de los derechos de televisación del Campeonato de Primera División.

Snap 2013-08-26 at 11.19.16

Para las famélicas arcas de los clubes, la plata que aportaría la TV valía más que el agua en el desierto. Para no perder ese torrente monetario, otorgaron todo tipo de atribuciones a la Empresa. De modo tal que, pronto, ésta se ocupó de todos la organización: El fixture del torneo lo hacía directamente TyC a dedo. Y también decidía el orden y horario de los partidos de cada semana, según el criterio de las mediciones de audiencia. Vale decir, el encuentro que preveía menor rating, iba el lunes a la noche. El de mejor pronóstico, el sábado en horario central. Para los aficionados, eran épocas de confusión. Era difícil saber cuándo jugaría su equipo, porque para sumar desquicio, el programa se anunciaba cada semana, generalmente los martes. Muchas veces, la programación se modificaba sobre la marcha; lo que obligaba a los entrenadores a alterar su plan de trabajo.

Así llegamos a 1998. Precisamente, a marzo. Mientras el mundo ponía su pensamiento en el Mundial de Francia, en Argentina se disputaba el Torneo Clausura.

Jugadas tres fechas, Vélez Sarsfield, un club que a partir de los `90 había abandonado su rol de segundón, lideraba con puntaje ideal. Ese año, el entrenador era un viejo conocido de la afición española: Marcelo Bielsa. Y en el plantel figuraba un extremo derecho de bastante calidad que se llama Martín “Cholo” Posse.

 

 

¿Quién perseguía a Vélez? Había 3 equipos con 7 puntos e inmediatamente otros 3 con 6 unidades. Uno de ellos era Boca Juniors, dirigido ese año por Héctor “Bambino” Veira. El club rivereño era, como siempre, candidato al título. Pero había tenido un comienzo irregular, con una caída por 0-4 ante el modesto Platense. Pero en la cuarta fecha recibiría al puntero con la clara chance de alcanzarlo en la cima de la clasificación si le ganaba.

El martes 25 se anunció un cambio en la programación de la fecha. El partido estelar, inicialmente previsto para el domingo 2, se adelantaba para el sábado 1 de marzo a las 21:30. Cuando la noticia llegó a Vélez, el Cholo Posse levantó la mano: “Maestro –le dijo a Bielsa con timidez -, yo no puedo jugar; a esa hora me caso”.

En circunstancias normales, no hubiera sido un problema. Se reemplazaba al jugador y listo. Pero no en vano al entrenador velezano le llaman El Loco. Ese día tuvo un ataque: Exigió que el partido se reprogramara porque, según él, no podía prescindir de Martín Posse. La prometida del jugador no transó: la boda no se movía del sábado a la noche. Gran escándalo en las oficinas de la AFA, nerviosismo en los pasillos de TyC, arduas negociaciones entre los clubes, pedidos especiales al párroco, una novia al borde del ataque de nervios…

El cura fue el primero en aflojar. Le dijo a Martín “Hasta las once te espero”, con lo que se abrió una posibilidad. Finalmente, el miércoles 26 se anunciaba la “salomónica” solución, publicada en todos los medios:

* El partido se jugaría el sábado 1, pero a las 20:30.

* Bielsa contaría con el jugador.

* ¿Cómo haría Martín para llegar a tiempo a la Iglesia, donde su futura esposa estaría comiéndose hasta la última uña? Con un toque almodovariano: Una ambulancia a toda velocidad y con la sirena a tope, simulando llevar un herido, transportaría al novio desde el estadio hasta la Iglesia.

Snap 2013-08-26 at 11.36.32

El partido se jugó como estaba previsto. Vélez Sarsfield venció por 2-3 con un gol del portero Chilavert de penal, por falta que le cometieron al mismo Cholo y se proyectó definitivamente como campeón. Bielsa se salió con la suya y dejó a Posse en el campo hasta el último minuto de juego. En los segundos finales, las cámaras enfocaban al delantero, cerca de la línea lateral más próxima a la entrada del vestuario. Apenas el árbitro pitó el final, salió a toda velocidad para las duchas y de ahí a la ambulancia; con la que, felizmente, pudo llegar a tiempo para dar el “Sí”.

Snap 2013-08-26 at 11.39.04

Debe tratarse de un caso único en el mundo. Una liga superprofesional, dos equipos de la mayor importancia, miles de hinchas, periodistas, policías, técnicos de televisión, árbitros, personal del estadio…todos debieron modificar su agenda debido al casamiento de un jugador. Y fieles a su estilo, los argentinos habían buscado la solución más complicada, la que ofrecía mayor cantidad de imprevistos; pero, por suerte, había salido bien para todos.

Snap 2013-08-26 at 11.40.49

El episodio dejó mucha tela para cortar:

* El papel del futbolista es, cuanto menos, pálido. Sometido a las decisiones del entrenador, podría haberse plantado y privilegiar su futuro familiar por sobre un partido. ¿Acaso no pensó en la posibilidad de sufrir una grave lesión o un accidente en el traslado?

* También la fecha de la boda parece inapropiada, sabiendo que caería en pleno desarrollo del Torneo.

* La actitud del entrenador es típica del personaje, pero no deja de ser poco entendible: ¿Tan imprescindible era Posse? ¿Tanto dependía de él el éxito de su equipo? Era un buen jugador, pero tampoco era Garrincha…

* Tampoco parece necesario que Posse permaneciera en el campo hasta el final. Podrían haberlo reemplazado después del gol de penal, habida cuenta de que el defensor que lo derribó fue expulsado.

* El papel de la AFA en este sainete es patético: Quedó completamente el margen de toda la discusión, que se arregló entre los clubes y TyC.

* El episodio de la ambulancia no tiene desperdicio. Imaginemos al transporte atravesando la ciudad a toda velocidad, la sirena al máximo, los otros autos apartándose de su paso…y abordo Posse terminando de ponerse el frac: No negarán que es desopilante.

* Además del dilema moral que supone emplear con toda desfachatez un privilegio destinado a salvar vidas para un fin particular ¿quién respetaría el paso del vehículo, cuando se sabía
de antemano que llevaba a un novio apresurado? ¿Qué hubiera pasado si durante el partido había heridos y la ambulancia era requerida para la emergencia? Incluso, hubo una denuncia por parte de una ONG por el uso indebido del móvil, aunque no pasó nada después.

Finalmente, Martín se casó y, suponemos, fue feliz. Vélez salió campeón y Bielsa partió para el Espanyol, acompañado de…Martín Posse. El entrenador permaneció con los Periquitos unos pocos meses y los abandonó para asumir con la Selección Argentina. El Cholo prosiguió su carrera, que resultó bastante menos brillante que lo que prometía en 1998, cuando estuvieron a punto de parar el campeonato para permitir su boda.

Snap 2013-08-26 at 11.43.44

El fútbol argentino es pródigo en historias. Lo insólito, lo inexplicable, lo sórdido está esperando en cada cancha. Solo hay que estar atento…y tener memoria.

 

Motes, apodos y sobrenombres.

Germán vuelve con una preciosa e instructiva entrada sobre los apodos de los jugadores argentinos a lo largo de la Historia. Una nota completísima y digna de ser enmarcada por los aficionados al fútbol. Humor y conocimiento siempre de la mano del Señor Magide.

_________________________________________________________

Yo tendría 11 ó 12 años. Los domingos por la mañana veía por TV los partidos de la Bundesliga narrados por un colombiano, Andrés Salcedo González. El relator se destacaba por su sentido del humor y por mencionar a los jugadores por su apodo. En el Hamburgo de aquella época brillaba el Boricua Magath; pero el sobrenombre más simpático lo llevaba un compañero suyo: “Café Tinto” Hartwig, un alemán descendiente de afroamericanos.

Snap 2013-07-25 at 10.35.05

El estilo de Salcedo llamó la atención, pues aquí los relatores solo mentaban a los jugadores por su apellido. Claro que no existe en mi país la costumbre brasileña (por ejemplo, Pelé) o española (por ejemplo, Santillana) de que los jugadores utilicen pseudónimo profesional, aunque casi todos los protagonistas exhiben junto a su apellido un remoquete traído, generalmente, desde la infancia.
En la delegación argentina que participó de la primera Copa del Mundo había dos guardavallas: Ángel “Maravilla Elástica” Bossio y Juan “Cortina Metálica” Botasso. Pero ambos apodos tenían la forma del epíteto épico de los cantares de gesta y fueron obra del periodismo para ilustrar las virtudes de los jugadores. Del mismo modo, Bernabé Ferreyra fue “El Mortero de Rufino”

Snap 2013-07-25 at 10.37.24

En esta nota, trataremos de reflejar los resultados de una larga investigación sobre los orígenes, motivaciones y estilos de los apodos, sobrenombres y motes de los jugadores argentinos. Pero no crean que nos detendremos en los clásicos hipocorísticos. En tal caso, nos deberíamos a limitar a Pepe Castro, Tito Pompei, Cacho Malbernat, Pancho Sá o el Beto Alonso. La materia en cuestión tiene costados mucho más interesantes.

 

beto alonso

El impresionante aluvión inmigratorio que pobló la Argentina dio motivo a la aparición de muchos sobrenombres gentilicios. Solo que por pereza o ignorancia, los porteños catalogaron a los extranjeros (y a sus hijos) en tres o cuatro categorías: todos los españoles eran gallegos, todos los europeos orientales eran polacos. Así poblaron nuestras canchas, entre otros, el Gallego González, el Vasco Olarticoechea, el Inglés Babington, el Tano Frassoldati, el Gringo Giusti, el Turco Mohammed, el Polaco Semenewicz y el Ruso Brailovsky. Cierto es que los mestizajes dieron origen a curiosas combinaciones como el Japonés Pérez, el Chino Benítez, el Tano Gutiérrez o el Turco García.

. turco garcia

En ocasiones, la referencia geográfica aparece indirectamente. Tales los casos del Pampa Orte (de la Provincia de La Pampa), Cata Díaz (de Catamarca) o Chaco Giménez (de la Provincia homónima). Más elaborados son los ejemplos del Coya Gutiérrez o el Chango Cárdenas, palabras que remiten al Noroeste nacional.

???????????????????????????????

La naturaleza ha sido una importante fuente de inspiración para los renombradores. Prácticamente toda la fauna se halla representada en las filas futboleras. Hay aves (Pato Fillol, Héctor “Gorrión” López, Pájaro Caniggia, Tero Di Carlo); felinos (Tigre Gareca, Puma Morete, León Pescia, Gato Andrada), cánidos (Lobo Fischer, Galgo Dezotti, Perro Albarello); bóvidos (Búfalo Funes, Toro Acuña, Novillo García) y équidos (Burrito Ortega, Potro Domínguez, Potrillo Morena, Pony Oyola). El Grillo Larrosa, el Piojo López, la Pulga Messi, Polilla Da Silva y Araña Amuchástegui representan a la fauna menuda, perseguidos de cerca por el Sapo Villar y el Murciélago Graciani.
Snap 2013-07-25 at 10.47.01

Animales acuáticos hubo pocos. Apenas la Anguila Gutiérrez, el Pescadito Paz, el Pulpo Luque o Piraña Sarlanga. Tal vez el fútbol y el mar no se lleven bien. Pero sí hubo varios roedores: Conejo Tarantini, Rata Rattín, Ratón Ayala o el Topo Riquelme.

tarantini, alberto 1982

El Oso Ferrero, el Mono Navarro Montoya, la Chancha Larrosa, Oveja Telch y Chivo Pavoni ilustran esta sección, junto al Lagarto Fleitas.

lagarto fleitas

Los vegetales mencionados son escasos: Chaucha Bianco, Tomate Pena, Lechuga Roa, Cebolla Rodríguez, Poroto Cubero, Tacuara Cardozo, Ciruelo Piaggio y Morrón Rotchen.

cebolla rodriguez

Hay alias inseparables de los apellidos, a punto tal de que en algunos casos se ignora el verdadero nombre del jugador: Kili González, Cholo Simeone, Pipo Rossi, Toto Lorenzo, Checho Batista, Chelo Delgado, Nuno Molina, Maxi Rodríguez, Bichi Borghi, Tolo Gallego o Tata Martino. Algunos motes sirven como única identificación. Todos saben que el Bocha es Ricardo Bochini.

bochini

Algunos jugadores llevaron sobrenombres tomados de objetos inanimados, como vehículos: el Tanque Rojas, el Avión Ramírez o Máquina Giampetri, además del indescriptible guatemalteco Dwigth “Portaaviones” Pezzarossi. O alimentos (Sopa Aguilar, Manteca Martínez, Vitamina Sánchez, Leche La Paglia o Huevo Toresani). Charango Lencina evoca un instrumento músico del Norte argentino

charango
.
El juego fuerte bautizó a Hacha Brava Navarro. Y en un lugar privilegiado de la memoria de los hinchas persevera el inolvidable Garrafa Sánchez.

garrafa sanchez

Las características físicas son un recurso fácil para el pseudónimo. Baste mencionar al Flaco Menotti, el Cabezón Ruggeri o el Narigón Bilardo. Los pelirrojos siempre llamaron la atención. Desde el sencillo Colorado Killer hasta el metafórico Zanahoria Rastelli, pasando por el apocalíptico Llamarada Eresuma. Algo similar les sucedió a los hombres de tez oscura. Chocolate Baley, Chocolatín Castillo o, simplemente, Negro Galván. Aclaremos que en Argentina no tiene connotación racista. Otros interesantes son Chiquito Bossio (que medía casi 2 metros), Pelado Díaz o Zurdo López. Carucha Müller y Feo Labruna hacen referencia a sus facciones opuestas a las de Brad Pitt.

el feo labruna

Algunos son inexplicables ¿Por qué Juan Ramón Verón fue conocido como la Bruja? ¿Quién llamó Diablo a Monserrat? ¿Por qué el Indio Solari o el Gitano Juárez?

gitano juarez

Todos tenemos un niño en un rincón de corazón. Especialmente, el Muñeco Gallardo, el Bambino Veira, el Nene Commisso o el Baby Cortés. El cine y los cómics aportaron a Tarzán Roma, Batman Butticce, Popeye Gay, Chapu (apócope de Chapulín) Braña y el impresentable Ogro Fabbiani. Antonio Alzamendi fue conocido como Patoruzú, el héroe tehuelche creado por Dante Quinterno

patoruzu

También es llamativa la abundancia de pseudónimos donde aparece el fonema [che]. Véase: Pocho Insúa, Pochi Chávez, Chacho Cabrera, Pacha Cardozo, Chicho Serna, Cuchu Cambiasso, Pichi Escudero. Aunque en este último caso hay una explicación. En lengua mapuche, Pichi significa pequeño, y Osvaldo Escudero mereció esta denominación merced a su corta estatura.

pichi escudero

Las aptitudes deportivas inspiraron numerosos epítetos. Los jugadores de técnica refinada recibieron títulos de nobleza: Príncipe Francescoli, Marqués Sosa, Conde Galetto (nacido en la localidad de Montecristo, Córdoba), Mariscal Perfumo. Otro ejemplo es el Mago Capria. Los hombres de temperamento fuerte y dotes caudillescas se llamaron Patrón Bermúdez, Jefe Astrada, Cacique Bravo o Comisario Colman. Los futbolistas de carácter díscolo o extravagante, fueron renombrados el Loco: El caso más representativo, Hugo Gatti

el loco gatti

Al compararlo con Beckenbauer, algunos llamaron Kaiser a Passarella (también llamado el Gran Capitán después del Mundial ’78). Pero el mote adquirió connotación negativa cuando se hizo cargo de la Selección Nacional e impuso su disciplina absurda, como la obligación de cortarse el cabello.
Carlos Bianchi, en su época de entrenador, obtuvo el título de Virrey. ¿Por qué? Pues bien, Bianchi logró varios títulos con Vélez Sarsfield. Este club está afincado en el barrio de Liniers. Santiago de Liniers fue virrey del Río de la Plata entre 1807 y 1809. Y de esta manera bastante complicada se llegó al apodo.
Oficios utilizados como alias también hay: Yerbatero González, Jardinero Cruz, Bombero Ibáñez o Granadero Klimowicz. Y la estirpe porteña aparece en el Guapo Flores y el Malevo Ferreira. Y no quiero olvidar al Chapa Suñé y al Hueso Glaria. Y nunca querría llevar los renombres de estos jugadores: Lulú Sanabria, Luli Ríos, Teresa Cancelarich o Porota Calderón.

La nota va llegando a su fin. Espero no haber abrumado a los amables lectores con tantos nombres y sobrenombres. Y con los últimos renglones, llega la reflexión. Cuando una familia confiere un nombre; otorga, además, una identidad. Pero cuando un grupo renombra a una persona y le da un apodo; está haciendo algo muy importante: Le está diciendo que lo reconoce como uno de los suyos. El mote, pues, es un signo de pertenencia. A mí, por ejemplo, mis amigos de la escuela me llamaban Migi. Eran los únicos que me decían así. Cuando volví a verlos después de 25 años y escuché otra vez ese apodo, sentí que volvía a estar entre los míos.
Y para cerrar, vaya un homenaje al portador del mejor apelativo que yo haya conocido: Lev Yashin, la Araña Negra.

Snap 2013-07-25 at 11.16.59

 

Un toque de revisionismo.

Otra joyita histórica de Germán Magide,que esta vez trata con frialdad y sin fanatismo la época de oro del fútbol argentino en la década de los cuarenta.Disfruten!

_____________________________________________________

Es bien sabido que el fútbol jugado en la Argentina es uno de los más competitivos del mundo. Tampoco cabe duda de que tanto los equipos como los jugadores argentinos suelen destacarse en las competiciones internacionales y en casi todas las Ligas del mundo hay algún argentino que descuella.

argentinos

Pero también es cierto que en la Argentina tenemos arraigada la creencia de que somos “los mejores del mundo”. Y aunque la realidad nos ha despabilado muchas veces con rudos cachetazos (recuerden El Desastre de Suecia), en el inconsciente colectivo permanece intacta la idea de la superioridad albiceleste.

¿De dónde viene esta certeza? ¿Cuándo nació esta afirmación, tan difícil de comprobar? Los estudiosos más serios coinciden en que esta autosuficiencia surgió en la década de 1940. En esos años, tanto el campeonato doméstico como la Selección Nacional acumularon prestigio y reconocimiento. Fue en esa época cuando se acuñó la frase “En esta tierra cada día nace un crack”, dada la abundancia de jugadores sobresalientes. En esta nota trataremos de analizar esta famosa década y ver qué tan cierta fue la mentada hegemonía futbolística argentina.

Si vamos a pensar en términos individuales, la creencia parece ser cierta. Porque los nombres propios poseen una carga de fama que llega hasta nuestros días.

Era la época de las grandes delanteras, aquellas que se repiten de memoria: Boyé, Corcuera, Sarlanga, S. Varela y Sánchez en Boca Juniors; Salvini, Tucho Méndez, Bravo, Simes y Sued en Racing; Imbelloni, Farro, Pontoni, Martino y Silva en San Lorenzo; Gayol, Canteli, Pontoni, Morosano y Ferreyra en Newell’s Old Boys; Pesarini, Coll, De Luca, Campana y Busico en Chacarita Juniors. Y por encima de todas destacaba la famosa Máquina de River Plate. Aunque sólo jugó 18 partidos con la formación completa; la línea de ataque integrada por Muñoz, Moreno, Pedernera, Labruna y Loustau marcó la época, (nunca bajó del 3º puesto) con su juego basado en la versatilidad y la precisión. Según el famoso periodista deportivo Dante Panzeri, este equipo creó el fútbol argentino moderno.

Snap 2013-04-26 at 12.52.24

Pero en todos los puestos había figuras prominentes. Arqueros como Gualco, Yustrich y Cozzi; defensas como Pepe Salomón, Valussi o Colman; mediocampistas como Minella, Strembel o Pipo Rossi figuran en los anales de la pelota como figuras sin reemplazo. La lista de delanteros es interminable: Sarlanga, Muñoz, Boyé, el Charro Moreno, Vicente de la Mata, Tucho Méndez, Farro, Masantonio, Marvezi, Pontoni, Alfredo Di Stéfano, Antonio Sastre (que también fue internacional como defensor) Gandulla, Martino, Ángel Labruna, el Chueco García, Adolfo Pedernera, Pellegrina, Loustau, Sued y un largo etcétera de figuras.

Snap 2013-04-26 at 12.54.50

 

El podio de los goleadores históricos de 1º División jugó en esta década: Arsenio Erico (293 goles) Labruna (292) y Herminio Masantonio (252). Del extranjero venían pocos pero buenos: los paraguayos Delfín Benítez Cáceres y Erico, el uruguayo Severino Varela (uno de los últimos en jugar con boina) y el español Isidro Lángara dejaron huella indeleble.

Snap 2013-04-26 at 12.56.12

Era tanta la cantidad de jugadores de calidad que la Selección llegó a jugar en dos matches diferentes el mismo día o con un día de diferencia. Por ejemplo, el 18 de febrero de 1940, Argentina visitó a Brasil en San Pablo y recibió a Paraguay en Avellaneda. Y el 9 de marzo enfrentó a Chile y el 10 a Brasil, en el mismo estadio y con formaciones diferentes.

Los planteles de los Campeonatos Sudamericanos sirven de muestra para ilustrar esta exuberancia. La Selección ganó el torneo de 1941 con un plantel de 18 jugadores. Volvió a ganar en 1945 repitiendo solamente 2 apellidos. Retuvo la corona en 1946 con 12 nuevos jugadores y cerró el ciclo con el título de 1947 con 11 debutantes.

Sin embargo, la competencia se reducía al ámbito nacional a nivel de clubes. No existían copas continentales. De los equipos de esos años, solamente San Lorenzo viajó a Europa; tal como se menciona en otra entrada de este blog.

Los campeonatos locales fueron exitosos en cuanto a recaudación y brillo. Los domingos la jornada empezaba a las 11, con los juveniles de la 3º división. Seguía la segunda o reserva y cerraba con broche de oro la Primera. Siempre ante tribunas colmadas. Había profusión de goles, aunque ningún equipo pasó la barrera de los 100 por temporada, algo bastante común en la década anterior. Hubo picos de 92 (River en 1940) y 90 (San Lorenzo en 1946 y River en el ’47) goles a favor, mientras que Lanús sufrió 97 goles en 1940 y 95 al año siguiente. Curiosamente, no perdió la categoría. Fue una época de grandes goleadas. En 1942, Boca 11, Tigre 1; Boca 10, Chacarita 1 (43); Huracán 10, Rosario Central 4 (45) e Independiente 10, Rosario Central 2 en la primera fecha de 1948. Además se registró un empate a 6: Estudiantes-Atlanta en 1941; y dos 5-5. Hubo seis partidos con score de 6-4 en toda la década y tres con 6-5 en 1940.

Snap 2013-04-26 at 12.58.16

Los títulos de campeón se repartieron entre los Cinco Grandes, aunque River (4) y Boca (3) acapararon el 70% de la década. San Lorenzo, Independiente y Racing obtuvieron uno cada uno.

Llama la atención la casi nula movilidad entre categorías en todo el decenio. Apenas 18 equipos jugaron en 1ºDivisión, de los cuales 10 estuvieron presentes en todas las temporadas. Además, la competencia se reducía a 8 equipos de la ciudad de Buenos Aires, 8 del Conurbano y solo dos de la ciudad de Rosario. El resto del país no tenía participación.

La década no terminó bien. En 1948 los profesionales se declararon en huelga y las últimas fechas fueron disputadas por juveniles. Al año siguiente, las grandes figuras (Pedernera, Di Stéfano, Cozzi, Pipo Rossi, entre otros) emigraron a El Dorado colombiano, cuya liga contrataba jugadores sin pagar el pase a los clubes.

La nota de color la dieron los árbitros ingleses, contratados por AFA debido a las sospechas que recaían sobre los colegiados nacionales. Como los británicos no conocían a los jugadores, solicitaron el empleo de números para identificarlos; costumbre que se estrenó en 1949. La página negra la escribió Independiente en 1941, cuando se dejó ganar por Atlanta (4-6) para permitir que su vencedor no descendiera, en perjuicio de Vélez Sarsfield.

¿Qué ocurría entretanto con la Selección Nacional? El imaginario popular sostiene que fue la época más brillante de su historia. Los números parecen sostener esta aseveración. A lo largo del período 1940-1949, Argentina jugó 60 partidos con 42 victorias (70%), 10 empates (17%) y solamente 8 derrotas (13%). Marcó 190 goles (3,17 por partido) y sufrió 80 contrastes (1,33) con una diferencia de gol asombrosa: 110

El equipo albiceleste logró resonantes victorias. En 1940 barrió a Brasil 6-1 y 5-1 y a Uruguay 5-0. Al año siguiente, la víctima fue Ecuador: 6-1. En 1942 se alcanzó la goleada récord: 12-0 a Ecuador. En 1945, Uruguay cayó por 6-2 y Colombia por un estrepitoso 9-1. Bolivia fue abatida 7-1 en 1946 y 7-0 un año más tarde. También en 1947 aplastó a Paraguay (6-0) y a Colombia (6-0).

El equipo nacional disputó 5 Campeonatos Sudamericanos. Salió campeón en 4 (1941, 1945, 1946 y 1947, todos en forma invicta) y subcampeón en el restante (1942, única derrota contra el campeón, Uruguay). El balance de los enfrentamientos cabeza a cabeza fue favorable frente a todos los rivales. Solo 3 lograron derrotarlo (Brasil y Uruguay 3 veces; Paraguay 2) y festejaron un empate Uruguay y Chile 3 veces; Perú 2; Brasil y Paraguay 1 vez cada uno. Bolivia, Ecuador y Colombia solo consiguieron derrotas. Venezuela aun no competía internacionalmente.

Snap 2013-04-26 at 13.03.51

Los números son sencillamente abrumadores. Pero si se compara cualitativamente, las estadísticas pierden bastante contundencia. Para empezar, la Argentina se abstuvo de competir en 1944, 1948 y 1949. Luego, solo enfrentó a 8 rivales, todos sudamericanos. Recordemos que hasta 1945 Europa estuvo comprometida con la Guerra Mundial y que en toda la década no hubo Campeonatos Mundiales. Y en el subcontinente ¿qué equipos eran capaces de discutirle el predominio a la Argentina? Obviamente, solo los únicos 3 que lograron vencerla. El único adversario realmente difícil era Uruguay, al que Argentina no pudo vencer en 6 ocasiones (3 empates y 3 derrotas). Brasil venía después, no era ni por asomo la potencia casi invencible que fue de 1958 en adelante. Argentina no pudo vencerla en 4 oportunidades (3 derrotas y un empate). Las demás selecciones eran notoriamente inferiores.

En definitiva, no podemos poner en duda en testimonio de los testigos de esa Edad de Oro. Hemos de creer que el fútbol que se jugó y se vio por estas tierras en los ’40 fue superlativo y maravilloso.

Pero no podemos saber si era el mejor del mundo. Sencillamente porque el panorama internacional era muy limitado y los antagonistas exigentes, muy escasos.

Mientras tanto, está bien que se sigan escribiendo panegíricos para Adolfo Pedernera, Tucho Méndez, Mario Boyé o Antonio Sastre. La épica es otra cosa. Aquí nos propusimos darle a la historia un toque de revisionismo. Y los lectores dirán si lo logramos.

 

Viberti,mito del malaguismo.

Hace un par de días murió uno de los iconos del Málaga en los años setenta,Viberti.Mediocampista argentino carismático, talentoso y con mucho gol nunca fue olvidado por la parroquia malacitana, ni él olvidó a aquel humilde equipo al que logró ascender a primera división  como jugador y como entrenador.Dicen los que le conocieron que no solo era un gran jugador sino que también era muy buena gente.Humildad,honestidad y trabajo eran las características que más destacaban en este cordobés con corazón malagueño que se ha ido demasiado joven: 68 años. Hasta tal punto llegó el cariño y fidelidad de Viberti por el Málaga,que estando ya en su lecho de muerte,le preguntó a su hijo a qué hora jugaban los blanquiazules en la última jornada de Champions League.No pudo ver ganar una Liga ni una Copa de Europa a su querido Málaga pero seguro que desde allá arriba festejó la última goleada al Valencia por 4-0. En el minuto cinco de ese partido,La Rosaleda le dedicó una emocionada ovación a Viberti,el jugador orgullo del Málaga mucho antes de la llegada de los petrodólares y de los jeques árabes.

Como pequeño homenaje a su persona,rescato una entrevista que le hizo Mundo Deportivo hace casi 43 años y en la que nos habla acerca de cómo era él,de cómo veía al fútbol argentino y de cual era su máximo favorito para alzarse con el título mundial de México 1970.

Desde que entró en juego una nueva pieza en el engranaje del cuadro de la Rosaleda malagueño, la reacción experimentada por el equipo que entrena Kalmar fue notable. De un juego mediocre,irregularidad y huérfano de cohesión, se pasó a otro alegre y efectivo. ¿Qué habia sucedido? ¿Seria posible que un solo jugador hubiera dado semejante aire de seguridad al conjunto?. Los más aseguran que el origen hay que buscarlo en la incorporación al equipo del argentino Sebastián Humberto Viverti Irazoqui, más popularmente conocido por Viberti a secas.

BREVE FICHA DEL MEDIO MALAGUEÑO
Viberti Nació en el Departamento Rio Primero, provincia de Córdoba (Argentina), hace 25 años.Mide 1,86 de estatura y jugó un año en el San Lorenzo de Córdoba. De 1963 basta noviémbre de 1969 perteneció al Huracán de Buenos Aires.De allí, como todos saben, estampó su firma por el Málaga por un periodo de tres temporadas.

UN DEBUT AFORTUNADO
Recordemos que Viberti debutó en las filas malaguistas precisamente jugando contra el Español,en aquel memorable partido en que el conjunto perico perdió nada menos que por cinco a cero.Viberti inauguró su cuenta particular con un gol.Por cierto que lleva conseguidos cinco tantos desde que juega en la Rosaleda.Pretendemos preguntar si su presencia se ha notado en el equipo,pero la modestia y la humildad -son sus virtudes más acusadas- le impiden responder.Se siente incómodo y prefiere opinar otros terrenos.De ahí que le hago un quite «soberano»,detalle que nos agradece con una abierta y sincera sonrisa.

 
PELÉ JUGADOR PERFECTO EN TODOS LOS ÓRDENES.

Mientras se encuentra observando nuestros trazos en el papel,inquirimos:

-¿Cuándo encuentra un jugador la plenitud de su forma? Duda unos instantes y responde:

Nunca se sabe.Regularmente todos queremos e intentamos hacerlo cada día mejor.No existe un tope.Cada día es ocasión propicia para aprender y demostrarlo.

-Dándose cuenta que su respuesta no nos satisface agrega:

Para mi,el único jugador perfecto,que domina como nadie todos los secretos del fútbol es Pelé.Es una auténtica maravilla.

-¿Como ve usted,desde su punto de vista el Mundial de Méjico?.

Muy difícil para los sudamericanos.Aunque el fútbol está muy bajo en el mundo entero,llevan ventaja los europeos.Alemania e Inglaterra deben superar a los más prestigiosos equipos de Sudamérica…por lo menos en esta ocasión.

-¿Qué sucede para sean tan concluyentes sus afirmaciones?.

Sencillamente ,que están atravesando un momento de baja forma los mejores cuadros de América latina.Juegan un poco al ralentí con relación a la fuerza,preparación y velocidad de los europeos.

-¿Considera que es momentánea la crisis sudamericana?.

Totalmente.De aquí a un par de años volverá a ser lo que ha sido siempre.Ya empieza a dar señales de recuperación,pero no hay tiempo material para asegurar que en Méjico puedan jugar con fuerza su baza de éxito.

 
ALEMANIA,FAVORITA

Profundizando más en los argumentos del gran jugador argentino,seguimos sobre el tema del Mundial y de los favoritos.

-Así,a su criterio,¿el predominio europeo es absoluto?.

Totalmente.No cabe ninguna duda a este respecto.

– Entonces el equipo favorito para el título mundial no cree que siga siendo Inglaterra?.

Bueno,la sitúo como una de las dos favoritas,que estará entre los cuatro primeros,pero en realidad creo que será Alemania quien se alzará con el título.Está demostrando por el mundo entero su fuerza y las enormes cualidades prácticas que tiene su juego.Bien preparados en lo físico,en lo técnico y en cuantos resortes exige el actual fútbol.

MI PAÍS ESTÁ EN BAJA FORMA

-Es obligado insistir en diversos temas.Ahora nos interesa conocer su criterio en cuanto al fútbol de su país.

Está en baja forma.Un poco desorientado.Tanto es así que no hemos clasificado.Ante esto hubiera sido un drama nacional …pero todos sabemos la razón.No es defecto de jugadores,que los tiene muy buenos y con gran capacidad sino de otro género…

-¿Qué factor destacaría como sobresaliente en un buen jugador?.

Es difícil porque cuando se tiene virtud,se carece de otra.Yo clasificaría de este modo las principales esencias de un jugador.Estar anímicamente bien preparado,por cuanto es la única de las tres que destaco,que no suple.Las otras dos virtudes son preparación física y técnica.Pero recalco que la anímica es la más esencial para conseguir algo decisivo.

BRASIL,FÚTBOL ESPECTACULO INIGUALABLE.

-¿Qué diferencias encuentra entre el fútbol brasileño y el europeo?.

Hemos de comenzar diciendo que ver jugar a Brasil,por ejemplo,es un espectáculo.Es maravilloso.Es uno de los mejores del mundo…

-¿Pero resulta efectivo?.

Dejemos esta cuestión al margen,porque depende de una matización profunda,Puede asegurarse que si a este juego se uniera la fuerza del juego alemán,la combinación daría lo mas perfecto que nunca se conoció.

JUGUÉ EN MÉJICO Y NO CREO QUE AFECTE SU ALTITUD

-Considerando el factor de altitud de Méjico,¿cree que puede ser un handicap para determinados equipos europeos?.

En principio puedo asegurarle que no es tanta su altitud.Yo estuve jugando en verano e invierno y no me afectó en nada.Quizá si pueda ser un pequeño handicap pero más bien psiquico y de adaptación.

-¿Pero no negará que sea como fuere favorece a los equipos sudamericanos?.

Sin discusión;sensiblemente ha de beneficiar a Bolivia,Colombia y Ecuador,que se encuentran a una altitud similar o superior a la de Méjico.Estos países serán sin duda,los menos afectados porque están ambientados.Esencialmente,repito,que tanto para constituir un desastre para los europeos,es exageración.

PELÉ,SU IDOLO.MARZOLINI,EL MEJOR.

– Aclaremos que para Viberti,Pelé es el ídolo que no se puede comparar;pero dejando al margen a Pelé,Marzolini,del Boca Juniors,es el mejor de todos los tiempos.

Es maravilloso verle jugar.Domina el balón con una facilidad extrema.Para mi,descontando a mi ídolo insuperable,el mejor de todos los tiempos es Marzolini.

Viberti,alto,de cabello castaño…larguillo por cierto,a la moda actual,es simpático y agradable de trato.Le gusta dialogar,pero le molesta que le pregunten por sus cualidades…humilde que es.

 

El viejo Gasómetro.

Sabbath,día de descanso para los judíos y jornada de plagio para el blog. Otra vez vuelvo a elegir un post de «La Tijereta» para cubrir esta lluviosa jornada en Galicia.Mi conjuntivitis no me da demasiada tregua,pero mañana intentaré escribir algo.

Saludos a todos 🙂
_____________________________________________________________

Es normal durante el transcurso de un partido de fútbol que un equipo pierda a un jugador, frecuente que un equipo pierda un partido, excepcional es que pierda la categoría e incluso raro que pierda el nombre.Lo que no es normal, ni frecuente, ni excepcional, y ni siquiera llega a raro es que un equipo pierda su estadio.El hecho por tanto podríamos calificarlo de insólito.

En la Avenida de la Plata, en Buenos Aires, cuando la hinchada de El Ciclón visita su lugar de ocio cada Domingo, en su lugar encuentran……….. Un Supermercado.

Es la historia del Club Atlético San Lorenzo de Almagro y el viejo Gasómetro.

San Lorenzo es un equipo bonaerense fundado en 1908, nacido gracias al sacerdote Lorenzo Massa que decidió hacer un equipo para ayudar a los chicos del barrio de Almagro. De ahí el nombre, aunque siempre haya estado en Boedo.

En 1916 se inauguró el estadio que daría cabida a los hinchas de San Lorenzo (los cuervos), como nunca tuvo un nombre oficial y dada su similitud con los grandes depósitos de gas licuado que se usaban en la época, se le conoció popularmente como El Gasómetro.Durante décadas ha sido el templo de San Lorenzo, el sitio de alegrías y tristezas de los cuervos y de toda la hinchada del Ciclón en general, viendo como el club de sus amores, se convertía en el primer campeón invicto de Argentina, como ganaba varias ligas más, cómo se convertía en el primer equipo argentino en jugar la Copa Libertadores….
Grandes títulos y grandes jugadores: Alfredo Carricaberry, René Pontino, Isidro Lángara, José Sanfilippo, Héctor Scotta, Ricardo Lavolpe…..

A finales de los años 70, la situación en Argentina no era nada fácil, exprimida por la dictadura militar que sacudía el país, Buenos Aires no podía ser más que el fiel reflejo de cuanto sufría el país.El Brigadier Osvaldo Cacciatore había asumido la alcaldía de Buenos Aires (impuesto como no por el régimen), y decidió de cara al Mundial de fútbol de 1978, que debía mostrar “la cara buena” de Buenos Aires al resto del mundo. Mientras el Norte de la ciudad era el centro de inversiones, el Sur era apartado de cualquier proyecto  económico, y Cacciatore, decidió remodelar el Monumental de River Plate, y olvidar el Gasómetro que con capacidad para 75000 espectadores, era el estadio con más capacidad de Argentina.

Tras finalizar el Mundial, era hora de recuperar parte de la inversión realizada; en 1979 el Brigadier Cacciatore declaró una reordenación urbana con el fin de construir viviendas, expresando tajántemente la prohibición de su uso para fines comerciales y la zona elegida fue la gran manzana ubicada entre las calles Muñiz y Salcedo. Pero había un problema, entre esas calles estaba ubicado el Gasómetro.

El problema se resolvió en cuestión de horas. Se constituyó una sociedad fantasma que se haría cargo de los terrenos, y la alcaldía de Buenos Aires directamente se los expropió a San Lorenzo dándole a cambio 900.000 dólares. El 2 de Diciembre de 1979 se jugó el último partido en el Gasómetro, 0-0 ante Boca Juniors. El estadio inmediátamente fue demolido, pero pasó el tiempo y no se construyeron las viviendas.

Dos años después, tras haber evitado el descenso en la temporada anterior y jugando como invitado en las canchas de Huracán, Atlanta y Vélez, San Lorenzo se convertía en el primero de los 5 grandes de Argentina en bajar de categoría.Sólo jugó un año en la B, quedando campeón y estableciendo un récord anual de asistencia en sus partidos jugados (incluída la primera división) que sigue vigente a día de hoy.

En 1983, se declaró una nueva ordenanza urbanística que autorizaba el uso de la explanada para fines comerciales y los terrenos se vendieron a la multinacional Carrefour por 8 millones de dólares.

En 1993, tras 14 años sin campo de fútbol se construyó el Estadio Pedro Bideguain, conocido popularmente como El Nuevo Gasómetro (aunque nada tiene que ver, ni por la forma ni por capacidad, ni por la zona de ubicación).

San Lorenzo recuperó parte de su esplendor robado ganando el título en 1995, y repitiendo en 2001 (estableciendo los récords de 13 victorias seguidas, y de 15 totales) y otro en 2007, a los que hay que sumarle de manera especial la Copa Sudamericana lograda en 2002.

Desde el pasado mes de Abril de 2011, San Lorenzo y la alcaldía de Buenos Aires, mantienen reuniones para la devolución de los terrenos al club de Almagro.

Desde aquí no podemos sino seguir atentos y desearle un feliz regreso a Boedo, aunque el Ciclón nunca se ha ido de allí, el club tras 32 años de lucha sigue mantiniendo su sede en la Avenida de la Plata, y los Cuervos siguen celebrando sus alegrías en el mismo sitio que lo hacían sus viejos y sus abuelos.